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Me gustan los libros, me gusta compartir sobre esto, además escribo. Me gustaría contar a través de este blog lo que pienso sobre lo que leo. Me interesa también la Semiótica, realice un Postítulo en el año 2009, en la Universidad de Chile. me interesa profundizar más en esta materia y porque no en todas las materias ligadas a la literatura.

miércoles, 23 de junio de 2010

Lo que veo en la música, bella melodía

Richard Clayderman: Quiero relatar algo sobre la vida de este famoso músico francés. Inició sus estudios de piano a muy temprana edad, usaba el piano de su padre, quien también fue músico.

Su verdadero nombre es Philippe Pagé. Nació el 28 de Diciembre de 1956, en París.
A la edad de 12 años ingresó al conservatorio de música de París, donde a la edad de 16 años obtuvo el Primer Lugar al Mérito. Sus primeros pasos como músico profesional lo encontraban como pianista sesionista para poder seguir pagando sus estudios de capacitación y perfeccionamiento.

En el año 1976 es convocado por un productor de grabaciones musicales para realizar una prueba junto con otros 20 pianistas para la grabación discográfica de algunas baladas. Desde ese momento su popularidad se incrementó notablemente.
La mundialmente famosa Ballade pour Adeline (compuesta por Paul de Senneville) fue una de las piezas que lo lanzó al estrellato mundial. Este sencillo vendió alrededor de 22 millones de copias en más de 30 países. Actualmente lleva grabadas más de 1500 piezas musicales.


Esta melodía me recuerda la época en que bailaba Ballet, sin saber o conocer el nombre o la música de las melodías con las cuales bailaba en el escenario. En esa época yo era niña, delgada, de baja estatura, siempre media perdida.
Mi madre, me peinaba y me arreglaba el pelo, así como las bailarinas, me ponía medias blancas, las que después de varias presentaciones quedaban plomizas, yo usaba una maya, de la conocida Casa Marcos, una tienda reconocida para el Ballet. Usaba un tutú, blanco o de otros colores, algunos cortos y otros hasta el suelo, era bella esa época, contaba los ritmos de ocho en ocho, siempre al compás, siempre pendiente de que los brazos cayeran bien, siempre pendiente de dar las vueltas, con el ritmo y los tiempos adecuados, más la sincronización con el resto de las chicas. Siempre nerviosa, pero me gustaba, me gustaba mucho, el escenario me producía adrenalina, esa sensación de estar ahí y de que cualquier error, puede arruinar meses de ensayo. Me gustaba mucho el Ballet, fue una bella experiencia.
Dejo esta canción...
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